El turismo y el ocio nocturno lastran la guerra al ruido en BCN
El ayuntamiento doblará el control en el centro y en las plazas de Gràcia
La contaminación acústica baja en todos los distritos menos en Ciutat Vella
MARTES, 15 DE JULIO DEL 2014
El nivel cero de ruido no existe. Así de clarividente se presentaba en marzo el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Barcelona, Joan Puigdollers, durante la presentación del mapa de ruido de la capital catalana. El documento, pionero en España, invitaba al optimismo, pues la contaminación acústica ha bajado en los últimos cinco años en nueve de los 10 distritos. Se resiste Ciutat Vella, el más canalla, el más tocado por el turismo y el ocio nocturno. Con una densidad de 160 habitantes por hectárea y una movilidad que todavía bebe de un urbanismo pensado para el coche, es normal que desde el 2009 la mejora en la ciudad haya sido menor de lo que cabría esperar.
Es durante las noches de verano cuando se produce el mayor choque de intereses. Unos buscan el descanso y el reposo en el hogar, con las ventanas abiertas en busca de una corriente que alivie el calor. Los otros quieren jolgorio hasta que salga el sol. Es ahí donde nace el conflicto. Además de Ciutat Vella, al consistorio le inquieta Gràcia, razón por la cual ha decidido que estos meses de vacaciones, cuando la algarabía se vuelve más mediática, doblará la presencia policial y de mediadores.
En comparación con la edición anterior del mapa, ha disminuido el 4% (del 18,98% al 14,95%) la población expuesta a los niveles sonoros más altos, 70 decibelios durante el día. Por la noche la mejora ha sido menos destacada: los afectados por contaminación acústica superior al límite de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 50 decibelios pasó del 80,51% en el 2009 al 78,61% en el 2012. Según estos dos registros, la mayoría de ciudadanos tocados por el ruido se concentran en los tramos intermedios. Así, durante el día, el 53,87% de la población está expuesta a niveles de entre 60 y 70 decibelios, y, durante la noche, el 72,3%, a niveles de entre 50 y 65 decibelios. «La OMS no es un instrumento jurídico de obligado cumplimiento», excusó el veterano edil de CiU.
¿COSAS DE CASA? / Podría pensarse que se trata de manías de los nativos, pero una reciente encuesta realizada a los turistas sitúa la contaminación acústica entre las tres cosas que menos aprecian de Barcelona, junto a la inseguridad y la contaminación. Las plazas de Gràcia, el Maremàgnum, la Rambla, el Port Olímpic o el entorno del Born. Los lugares más delicados son de sobra conocidos por el consistorio, que sea por la cercanía electoral o por no enojar más a unos barrios muy tocados por el turismo, ha decidido que este verano doblará la vigilancia, sobre todo la de los mediadores, ese grupo de jóvenes que, de una manera cordial, invitan a los que molestan a irse con la fiesta a otra parte. Está por ver si el boom de las terrazas de los últimos años agravará la situación en un verano en el que se esperan más forasteros que nunca.
Los ruidos en la vía pública concentran la mayoría de llamadas a la Guardia Urbana, el 44% del total, seguidas de muy cerca por las que hacen referencia a los ruidos domésticos (lavadoras, secadoras…) que se llevan el 42% de las quejas. En el 2013, la policía local recibió 50.406 reclamaciones, el 7,3% menos que en el año anterior.